La medida, diseñada para reforzar la seguridad de fronteras, es similar al Sistema de Autorización e Información de Viajes Europeos que la UE exigirá a los británicos en 2025.
El registro, similar al que ya existe para Estados Unidos, quedará vinculado al pasaporte y cuesta 10 libras (unos 11,8 euros al cambio actual).
Los profesionales del transporte de mercancías por carretera no están exentos del pago de este permiso digital.
Por lo tanto un nuevo obstáculo para las personas que realizan desplazamientos cortos por turismo y trabajo entre la Unión Europea y Reino Unido. Si hasta ahora era suficiente con mostrar el pasaporte en regla, a partir del próximo 2 de abril de 2025 se implantará la conocida como Autorización Electrónica de Viaje (ETA, por sus siglas en inglés).
En la práctica, todas las personas que quieran viajar a Reino Unido, con excepción de los nacionales de este propio país y los irlandeses, necesitarán una autorización previa, que se podrá obtener a través de la ETA o del eVisa (en este último caso, para quienes usan un visado). Aunque la solicitud se podrá realizar en pocos minutos, la respuesta puede demorarse hasta cuatro días.
El nuevo sistema, comparable a la ESTA de EEUU, será válido para quienes permanezcan en el país un máximo de seis meses durante dos años o hasta que el pasaporte del titular expire (el más corto). La ETA está vinculada digitalmente al pasaporte del viajero y, según el Gobierno británico, "robustecerá los controles de seguridad antes de que la gente entre en Reino Unido y ayudará a prevenir los abusos del sistema de inmigración británico". El trámite se podrá realizar a través de una app. En el caso de los españoles, las solicitudes pueden comenzar a formularse el 5 de marzo.
El usuario necesitará el pasaporte original con el que vaya a viajar, acceso a un correo electrónico, un sistema de pago (tarjeta, Apple Pay...) y subir una fotografía del solicitante. Se deberá informar de detalles como la duración del desplazamiento y alojamiento, así como pagar una tasa de diez libras (11,8 euros).
El registro, similar al que ya existe para Estados Unidos, quedará vinculado al pasaporte y cuesta 10 libras (unos 11,8 euros al cambio actual).
Los profesionales del transporte de mercancías por carretera no están exentos del pago de este permiso digital.
Por lo tanto un nuevo obstáculo para las personas que realizan desplazamientos cortos por turismo y trabajo entre la Unión Europea y Reino Unido. Si hasta ahora era suficiente con mostrar el pasaporte en regla, a partir del próximo 2 de abril de 2025 se implantará la conocida como Autorización Electrónica de Viaje (ETA, por sus siglas en inglés).
En la práctica, todas las personas que quieran viajar a Reino Unido, con excepción de los nacionales de este propio país y los irlandeses, necesitarán una autorización previa, que se podrá obtener a través de la ETA o del eVisa (en este último caso, para quienes usan un visado). Aunque la solicitud se podrá realizar en pocos minutos, la respuesta puede demorarse hasta cuatro días.
El nuevo sistema, comparable a la ESTA de EEUU, será válido para quienes permanezcan en el país un máximo de seis meses durante dos años o hasta que el pasaporte del titular expire (el más corto). La ETA está vinculada digitalmente al pasaporte del viajero y, según el Gobierno británico, "robustecerá los controles de seguridad antes de que la gente entre en Reino Unido y ayudará a prevenir los abusos del sistema de inmigración británico". El trámite se podrá realizar a través de una app. En el caso de los españoles, las solicitudes pueden comenzar a formularse el 5 de marzo.
El usuario necesitará el pasaporte original con el que vaya a viajar, acceso a un correo electrónico, un sistema de pago (tarjeta, Apple Pay...) y subir una fotografía del solicitante. Se deberá informar de detalles como la duración del desplazamiento y alojamiento, así como pagar una tasa de diez libras (11,8 euros).