La Unión Europea se ha propuesto eliminar sus emisiones de CO2 en 2050. De todos los sectores de actividad que son potencialmente contaminantes, el transporte ocupa una posición destacada. La carretera va por detrás, pero la primera actividad en la que Bruselas se ha fijado ha sido el modo marítimo.
Desde el 1 de enero de 2024, Europa obliga a las navieras a monitorear sus emisiones y comenzará a multar por contaminar en exceso a partir de septiembre de 2025. En este tiempo, los Estados miembros deberán decidir qué organismo cobrará las multas.
Además, ya ha comenzado la compra de permisos de emisión de la Unión Europea (que se conoce con las siglas EUA), con un precio actual de 66,5 euros, que será fluctuante. Más adelante, comenzará la siguiente versión del Sistema de Comercio de Emisiones (EU ETS2), que afectará a los proveedores de combustible (petroleras), que monitoreará las emisiones de sus ventas a industrias como el transporte por carretera (a partir del 1 de enero de 2025), con subastas de emisiones de carbono a partir de 2027 y su entrega en mayo de 2028.
El procedimiento para comprar permisos de emisiones ha comenzado, con opciones actuales y futuras disponibles. Algunos usan pronósticos para comprar permisos por adelantado. Otros, por el contrario, prefieren hacerlo según los costes reales del viaje.
El transporte por carretera
El transporte por carretera estará obligado a comprar permisos de emisiones cuando entre en vigor el EU ETS2 (al mismo tiempo que las petroleras).
Sin embargo, las multas recaerán sobre los proveedores de combustible. El monitoreo de las emisiones de combustible vendido a sectores, incluido el transporte por carretera, empezará en 2025, pero sólo se deberán comprar permisos de emisiones a partir del 1 de enero de 2027.
Según la asociación de logística de vehículo terminado ECG, el resultado de este escenario será que los precios del combustible en el surtidor subirán, lo que afectará a todos los usuarios de combustible fósiles: el camión y el vehículo de pasajeros. Las cláusulas para los precios del combustible ya están en los contratos de varias empresas de porta vehículos. Los proveedores de combustible están obligados a reducir las emisiones en un 42% para 2030, en comparación con los niveles de 2005.
Desde el 1 de enero de 2024, Europa obliga a las navieras a monitorear sus emisiones y comenzará a multar por contaminar en exceso a partir de septiembre de 2025. En este tiempo, los Estados miembros deberán decidir qué organismo cobrará las multas.
Además, ya ha comenzado la compra de permisos de emisión de la Unión Europea (que se conoce con las siglas EUA), con un precio actual de 66,5 euros, que será fluctuante. Más adelante, comenzará la siguiente versión del Sistema de Comercio de Emisiones (EU ETS2), que afectará a los proveedores de combustible (petroleras), que monitoreará las emisiones de sus ventas a industrias como el transporte por carretera (a partir del 1 de enero de 2025), con subastas de emisiones de carbono a partir de 2027 y su entrega en mayo de 2028.
El procedimiento para comprar permisos de emisiones ha comenzado, con opciones actuales y futuras disponibles. Algunos usan pronósticos para comprar permisos por adelantado. Otros, por el contrario, prefieren hacerlo según los costes reales del viaje.
El transporte por carretera
El transporte por carretera estará obligado a comprar permisos de emisiones cuando entre en vigor el EU ETS2 (al mismo tiempo que las petroleras).
Sin embargo, las multas recaerán sobre los proveedores de combustible. El monitoreo de las emisiones de combustible vendido a sectores, incluido el transporte por carretera, empezará en 2025, pero sólo se deberán comprar permisos de emisiones a partir del 1 de enero de 2027.
Según la asociación de logística de vehículo terminado ECG, el resultado de este escenario será que los precios del combustible en el surtidor subirán, lo que afectará a todos los usuarios de combustible fósiles: el camión y el vehículo de pasajeros. Las cláusulas para los precios del combustible ya están en los contratos de varias empresas de porta vehículos. Los proveedores de combustible están obligados a reducir las emisiones en un 42% para 2030, en comparación con los niveles de 2005.