
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes una modificación del Reglamento General de Circulación que actualiza el sistema de señalización vial, vigente desde 2003. La esperada actualización del Catálogo Oficial de Señales de Circulación, busca adaptarse a las nuevas formas de movilidad, reforzar la seguridad vial y mejorar la legibilidad para todos los usuarios, incluidos los colectivos vulnerables.
? Cambios clave: género, sostenibilidad y nuevas realidades viales
La nueva versión del catálogo, publicada mediante resolución en el Boletín Oficial del Estado (BOE), incorpora más de 50 modificaciones entre nuevas señales, rediseños gráficos y eliminaciones de señales obsoletas. Entre los cambios más destacados:
Expertos en movilidad urbana han valorado positivamente esta medida, destacando su alineación con los principios de accesibilidad universal, igualdad de género y sostenibilidad. No obstante, algunos operadores locales han mostrado preocupación por los costes de adaptación en pequeños municipios, especialmente en zonas rurales.
Esta revisión del catálogo era una asignatura pendiente, reclamada desde hace años por profesionales del transporte y asociaciones de seguridad vial. Su aplicación marcará un nuevo estándar en la señalización del país, en sintonía con los retos de una movilidad más moderna y segura.
SUSTITUCIÓN PROGRESIVA
El real decreto de reforma entrará en vigor el próximo 1 de julio de 2025, pero el cambio físico de las señales se realizará de forma progresiva y coordinada con los ciclos de renovación habituales para reducir las cargas administrativas y optimizar el uso de los recursos públicos. Asimismo, las señales que han sido suprimidas deberán ser retiradas por razones de seguridad jurídica en el plazo de un año desde la entrada en vigor del real decreto.
Como es habitual en cualquier cambio normativo, los nuevos contenidos no se incorporarán de forma inmediata a las pruebas teóricas para la obtención de permisos y licencias de conducción. Tras la entrada en vigor de la norma se abre un plazo mínimo de tres meses antes de su inclusión en los exámenes con el objetivo de permitir la actualización de los manuales de formación y garantizar que los aspirantes dispongan del tiempo necesario para prepararse de manera adecuada

? Cambios clave: género, sostenibilidad y nuevas realidades viales
La nueva versión del catálogo, publicada mediante resolución en el Boletín Oficial del Estado (BOE), incorpora más de 50 modificaciones entre nuevas señales, rediseños gráficos y eliminaciones de señales obsoletas. Entre los cambios más destacados:
- Incorporación de vehículos de movilidad personal (VMP), como patinetes eléctricos, con señales específicas.
- Revisión de señales con perspectiva de género, como la del paso de escolares, que ahora muestra a una niña guiando a un niño, en lugar de lo contrario.
- Diseño más limpio y simplificado, con iconografía más clara y materiales reflectantes de bajo impacto ambiental.
- Eliminación de señales en desuso, como la del teléfono público, que ya no responde a una realidad actual.
Esta revisión del catálogo era una asignatura pendiente, reclamada desde hace años por profesionales del transporte y asociaciones de seguridad vial. Su aplicación marcará un nuevo estándar en la señalización del país, en sintonía con los retos de una movilidad más moderna y segura.
SUSTITUCIÓN PROGRESIVA
El real decreto de reforma entrará en vigor el próximo 1 de julio de 2025, pero el cambio físico de las señales se realizará de forma progresiva y coordinada con los ciclos de renovación habituales para reducir las cargas administrativas y optimizar el uso de los recursos públicos. Asimismo, las señales que han sido suprimidas deberán ser retiradas por razones de seguridad jurídica en el plazo de un año desde la entrada en vigor del real decreto.
Como es habitual en cualquier cambio normativo, los nuevos contenidos no se incorporarán de forma inmediata a las pruebas teóricas para la obtención de permisos y licencias de conducción. Tras la entrada en vigor de la norma se abre un plazo mínimo de tres meses antes de su inclusión en los exámenes con el objetivo de permitir la actualización de los manuales de formación y garantizar que los aspirantes dispongan del tiempo necesario para prepararse de manera adecuada