El Informe del Comité de expertos creado por el Gobierno, a instancias del Congreso, es el encargado de asesorar sobre la estrategia futura de nuestro país en materia de energía y clima, el cual plantea una importante subida del impuesto de los carburantes.
Resulta que con esta medida, se intenta fomentar la utilización de otras fuentes de energía y descarbonizar las modalidades de transporte, sin perjuicio de establecer otros impuestos relacionados con el medio ambiente y las infraestructuras.
Se plantea para el transporte por carretera una subida del 29% del actual impuesto sobre el gasóleo y el establecimiento de una tasa o viñeta por la utilización de una red viaria de autovías españolas.
El Informe plantea, entre otras cosas, tres opciones: i) crear un recargo al consumo de gasolina y gasóleo de automoción que permita recuperar las inversiones en la red de carreteras y los costes de mantenimiento; ii) establecer un sistema de "viñetas", como ocurre en otros países europeos, que deberían pagar los propietarios de vehículos por el uso de las vías; iii) o una combinación de ambas.
Además, se plantean dos nuevos impuestos: i) uno para las emisiones de CO2 y otro para otras emisiones contaminantes (SO2, NOx y partículas). Estos nuevos gravámenes recaerían sobre las instalaciones de generación de electricidad y sobre los consumidores finales de carbón, gas natural y derivados del petróleo.
Esta medida podría ser arriesgada dado que este sector contribuye a la economía española con casi el 50% del total de impuestos indirectos que se recauda, lo que supone más de 12.000 millones de euros anuales. Además, la tecnología actual de los camiones ha reducido en más de un 90% los contaminantes emitidos a la atmósfera, por lo que, quizá la medida podría conllevar consecuencias negativas tendentes a romper con el crecimiento positivo continuado de las exportaciones españolas y podría agravar el desequilibrio del déficit comercial entre las exportaciones y las importaciones, con lo que, en consecuencia, se ralentizaría el proceso de recuperación de la economía española.
Resulta que con esta medida, se intenta fomentar la utilización de otras fuentes de energía y descarbonizar las modalidades de transporte, sin perjuicio de establecer otros impuestos relacionados con el medio ambiente y las infraestructuras.
Se plantea para el transporte por carretera una subida del 29% del actual impuesto sobre el gasóleo y el establecimiento de una tasa o viñeta por la utilización de una red viaria de autovías españolas.
El Informe plantea, entre otras cosas, tres opciones: i) crear un recargo al consumo de gasolina y gasóleo de automoción que permita recuperar las inversiones en la red de carreteras y los costes de mantenimiento; ii) establecer un sistema de "viñetas", como ocurre en otros países europeos, que deberían pagar los propietarios de vehículos por el uso de las vías; iii) o una combinación de ambas.
Además, se plantean dos nuevos impuestos: i) uno para las emisiones de CO2 y otro para otras emisiones contaminantes (SO2, NOx y partículas). Estos nuevos gravámenes recaerían sobre las instalaciones de generación de electricidad y sobre los consumidores finales de carbón, gas natural y derivados del petróleo.
Esta medida podría ser arriesgada dado que este sector contribuye a la economía española con casi el 50% del total de impuestos indirectos que se recauda, lo que supone más de 12.000 millones de euros anuales. Además, la tecnología actual de los camiones ha reducido en más de un 90% los contaminantes emitidos a la atmósfera, por lo que, quizá la medida podría conllevar consecuencias negativas tendentes a romper con el crecimiento positivo continuado de las exportaciones españolas y podría agravar el desequilibrio del déficit comercial entre las exportaciones y las importaciones, con lo que, en consecuencia, se ralentizaría el proceso de recuperación de la economía española.